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Los Acantilados de Los Gigantes

acantilados los gigantes tenerife

El mismo pueblo de Los Gigantes se llama así por sus majestuosos acantilados. Su imponente altura los convierten en una inmensa muralla de roca volcánica que se eleva en el cielo y cae al fondo del mar. Un auténtico regalo para la vista, sin duda.

Los Acantilados de Los Gigantes son una maravilla natural y atractivo turístico del Parque Rural de Teno, en Santiago del Teide, al oeste de Tenerife. Uno de los lugares más visitados de toda la isla.

Su altura es de entre 500 y 800 metros sobre el mar y 30 metros bajo el agua.

Historia de los acantilados

Los acantilados de Los Gigantes se formaron durante una de las primeras etapas de la actividad de la isla de Tenerife. Aunque no se formaron así desde el primer momento, sino que su aspecto ha ido cambiando a lo largo de los siglos por los cambios geológicos y la erosión del mar.

Los guanches (nativos canarios que habitaban las islas antes de la conquista española en el siglo XV) los llamaban «La Muralla del Infierno». Antes de que Colón partiese a América, los acantilados se consideraban el fin del mundo.

Kayak y avistamiento de cetáceos

Disfruta de una ruta en kayak por los acantilados y una vuelta en barco para el avistamiento de delfines y ballenas:

Senderismo por Los Gigantes

Si haces la ruta de senderismo de Masca (entre 2 y 6 horas de caminata) tendrás otra vista espectacular de Los Gigantes desde un ángulo que no todo el mundo alcanza a ver.

Otros barrancos que podrás ver además de Masca:

  • El Roque Largo
  • La Calabacera
  • El Carrizal
  • Juan López
  • El Retamar
  • El Natero
  • Seco
  • Santiago

Recomendamos que vayas con agua, comida ligera, crema solar y teléfono móvil, aunque la cobertura en la zona puede ser débil.

Mirador de Los Gigantes

El mejor mirador de Los Gigantes es el Mirador Archipenque, ubicado más lejos de la costa pero que ofrece una vista panorámica para ver este paraje natural en su máxima expresión.

Desde aquí podrás ver todo el pueblo custodiado por los inmensos acantilados, e incluso ver la isla de la Gomera al fondo si el día está nítido.